4 hábitos para ser más sostenible en tu cocina
 

4 hábitos para ser más sostenible en tu cocina

 

Con motivo del Día Mundial de la Educación Ambiental, queremos hacer hincapié en cómo podemos transformar nuestros hábitos en acciones enfocadas a una cocina más sostenible. Estos gestos, más saludables y respetuosos con el medioambiente, generarán a largo plazo un cambio en nuestra huella de carbono personal, contribuyendo a su vez al cuidado del medioambiente a nivel global.

 

Inicia la transición a una cocina más sostenible
 

La cocina es uno de los espacios de nuestro hogar con más actividad en nuestro día a día. En él pasamos gran tiempo cocinando, poniendo en práctica nuevas recetas y pensando en cómo conservar mejor los alimentos que van a formar parte de nuestro menú semanal. Por todo ello, se convierte en una pieza clave en la adopción y puesta en práctica de hábitos sostenibles.

 

Desde Beko Experience, te invitamos a implementar estos 4 consejos con los que contribuir, con pequeñas acciones, a tu compromiso con el medio ambiente:

 

   1. Consumo de alimentos de proximidad

Transformar tu cocina en un espacio más sostenible empieza con tus hábitos de compra. Apostar por la compra y el consumo de alimentos locales y/o de proximidad genera beneficios inmediatos a nivel calidad y salud. Se reduce el tiempo transcurrido entre la recolección y la consumición, manteniéndose, prácticamente intactas, las propiedades de estos alimentos, también conocidos como “de kilómetro 0”. Además, podremos optar más fácilmente por productos frescos y de temporada.

 

Además, hay motivos medioambientales por los que apostar, dentro de lo posible, por este tipo de productos, ya que se consumen menos recursos naturales y combustibles en su transporte, reduciéndose así la huella de carbono. En este sentido, existe, a nivel mundial, el movimiento slow food, que justamente promueve una gastronomía más sostenible y arraigada al territorio.

 

   2. Agricultura y pesca sostenibles

El consumo de productos de agricultura y pesca poco sostenibles representan hoy en día un obstáculo hacia el camino de la sostenibilidad. Si bien es cierto que hoy en día las empresas de estos sectores necesitan seguir produciendo productos en volúmenes muy elevados que satisfagan la demanda actual, estos procesos necesitan reenfocarse, ya que el objetivo principal a perseguir es garantizar que a largo plazo estos ecosistemas no sufrirán ningún riesgo, focalizándonos en la máxima preservación de la biodiversidad.

 

El contexto actual reclama un modelo de pesca más sostenible para poner freno a la sobreexplotación de los mares y los océanos. Los métodos de pesca sostenible son más artesanales y a una escala mucho más pequeña a la actual, dónde se incide en la protección de la fauna marina y se rechazan las capturas de especies amenazadas, a la vez que focalizan en optimizar la eficiencia energética y reducir la contaminación.

 

En cuanto a la agricultura, una de las actividades económicas con mayor índice contaminante, también necesita migrar hacia un modelo más sostenible para frenar su consecuencia directa sobre el cambio climático. Un modelo de agricultura más sostenible permitiría la obtención de productos agrícolas más saludables, dónde no se utilizan productos químicos nocivos para la salud y dónde se emplearían métodos de producción que garanticen proteger la fertilidad del suelo, evitar la proliferación de plagas y, el respeto a los recursos del medio ambiente.

 

Es por ello que, desde casa, podemos adoptar comportamientos de compra que apoyen las mejores prácticas sostenibles en estos terrenos. Elegir comprar productos de agricultura y de pesca que garanticen los procesos más sostenibles es fundamental para contribuir a un consumo responsable. 

 

   3. Gestión eficaz de los residuos.

La gestión adecuada de los residuos es una de las piezas claves para aplicar la economía circular y en la que, como ciudadanos, podemos ser partícipes de manera directa.

 

Esto implica desde nuestra forma de reducir el volumen de residuos generados y recursos necesarios hasta el correcto reciclaje de aquellos que finalmente originamos. Educar a los más pequeños en estas materias es clave para incorporar estas rutinas desde edades muy tempranas. Desde el Ministerio para la transición ecológica y el reto demográfico se ha recopilado en este espacio información para salir de dudas sobre cómo proceder con cada residuo generado.

 

   4. Uso de electrodomésticos que usen la energía de forma eficiente

Elegir electrodomésticos eficientes energéticamente es un paso muy importante para empezar a controlar el consumo energético que genera cada plato que cocinamos y los alimentos que depositamos en el frigorífico. Esta decisión, no solo tiene efectos a corto plazo muy positivos en el impacto medioambiental, sino que, además, significan un ahorro en las facturas energéticas a final de mes.

 

Te preguntarás, ¿cómo puedo escoger un electrodoméstico energéticamente eficiente? En otro artículo te contábamos cómo interpretar el sistema de etiquetado energético de los electrodomésticos, que se renovó a principios de 2021 y que sigue vigente en la actualidad. Y es que, siguiendo la escala de clasificación de este etiquetado, que va de la A a la G, donde la A clasifica a los productos de menor consumo y mayor eficiencia energética, y la G engloba a aquellos de mayor consumo y menor eficiencia energética, podemos saber y comparar de forma sencilla los distintos dispositivos, contribuyendo de este modo a una elección de nuestros electrodomésticos más sostenibles.

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